Cuando una empresa contrata un seguro de crédito con el objetivo de proteger su negocio, debería de tener conocimiento de las diferentes coberturas que las aseguradoras ofrecen para garantizar las operaciones comerciales con sus clientes. 

En este artículo vamos a hablar sobre el cliente clasificado, el cliente anónimo y sus diferencias.

Nuestro día a día nos muestra que hay falta de información y desconocimiento por parte de las empresas aseguradas en cuanto al funcionamiento de la póliza, sus prestaciones y/o coberturas. Y en un porcentaje destacable, no están al corriente sobre las diferencias que existen entre el cliente clasificado y el cliente anónimo.


Desde la perspectiva de la cobertura de crédito a clientes, como hemos comentado anteriormente surgen 2 figuras que difieren entre si según su naturaleza, el cliente clasificado o nominativo y el cliente anónimo. A continuación, vamos a detallar las diferencias entre ambos

Cliente clasificado

Aquel que el asegurado a través de la plataforma online somete a estudio, indicando el límite máximo de crédito que se le acumula en el periodo de pago acordado con su cliente. El objetivo de este ejercicio es seleccionar el riesgo del cliente descartando aquellos compradores con incidencias, impagados, procesos concursales… es decir, en función de la decisión el asegurado venderá a crédito, o en su defecto, cerrará la operación estableciendo condiciones estrictamente de contado.


La garantía para los clientes clasificados ofrecida por los distintos operadores se sitúa entre el 85% y 95% que varía según la estrategia comercial del operador, según el tipo de producto/póliza contratada, sector, tamaño de empresa, coyuntura, siniestralidad… 


La decisión de la clasificación variará en función de la información que la aseguradora posea sobre la empresa clasificada. Esta información se obtiene a través de 2 vías o cauces que se integran en un modelo predictivo para la toma de decisiones por parte de la unidad de análisis de riesgos: 
Información cuantitativa (estados financieros) e Información cualitativa (comportamiento en pagos de la empresa monitorizada frente a los proveedores de la aseguradora) 

La información cualitativa es clave

La información cualitativa es clave, y el motivo es que las aseguradoras manejan información interna de alto valor, comunicada y reportada por su propia red de asegurados, en relación a los incumplimientos en los pagos de sus clientes. Esta información retroalimentada diariamente permite conocer en todo momento el comportamiento en pagos de las empresas, y en consecuencia es el termómetro ideal que mide la probabilidad de impago de las empresas. 

Cliente anónimo

El cliente anónimo, es aquel con el que el asegurado opera a crédito sin la obligación de clasificarlo. Es una cláusula especial que solemos emitir para proteger riesgos de crédito de reducida envergadura en carteras de clientes atomizadas. Es importante destacar que en el cliente anónimo se establecen una serie de reglas y condiciones que limitan la operativa y varían según la aseguradora. Sino se establecieran una serie de reglas, se estaría renunciando al gran valor que ofrece el seguro de crédito al seleccionar el riesgo de los clientes (clasificación crediticia) gracias a la información interna de la aseguradora (cuantitativa + cualitativa + modelo predictivo) 


Con todas las aseguradoras se negocian condiciones especiales para el tratamiento de los clientes anónimos, tanto en % de garantía, como en límite máximo de crédito a conceder a los clientes de esta naturaleza, e incluso límite máximo de expedientes y/o indemnización máxima anual. 


En relación al límite de crédito, se acuerda en función del tamaño del asegurado y en función de la distribución por riesgos de su cartera de clientes, podemos hablar de un rango que oscilaría entre 2.000€ y 6.000€. En cuanto al % de garantía, varía según la aseguradora, moviéndose en un rango entre el 50% y el 70%


Respecto a la indemnización máxima anual, suele establecerse un número determinado de expedientes en cobertura durante la anualidad, y/o una indemnización máxima anual que no supere un % de la prima, que suele establecerse entre el 40% y 100% de la prima según la aseguradora. 

Limitaciones con el cliente anónimo


Es muy importante saber que con un cliente anónimo no se puede operar a crédito concediéndole un límite de crédito superior al acordado en el marco contractual de la póliza, es decir, el límite actúa de corte, lo que representa que todos los riesgos de crédito que superen el límite acordado en condiciones particulares obligatoriamente tendrían que ser clasificados, pues sino se sometiera a estudio de crédito, en un supuesto de siniestro (insolvencia comercial), el expediente quedaría rechazado porque la deuda habría superado el límite de crédito acordado


Podríamos seguir hablando sobre el cliente clasificado y cliente anónimo, sobre todo en el ámbito de los mitigadores y condicionantes que se incorporan cuando el % de garantía si sitúa por encima del 50%. En este contexto considero que con lo expuesto es suficiente para conocer de primera mano cuáles son las diferencias en el tratamiento y coberturas del cliente clasificado y anónimo 

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