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Análisis

La ruptura comercial de Google con Huawei tiene grandes consecuencias, tanto comerciales, como tecnológicas y financieras. La gran consecuencia a nivel operativo es que la tecnológica china perderá acceso a las actualizaciones del sistema operativo Android.

Analizándolo en términos relativos, a corto plazo la experiencia del usuario con su dispositivo Huawei no se verá apenas afectada. Sin embargo, a largo plazo puede suponer un problema. El sistema operativo quedará obsoleto y las aplicaciones sin actualizar por ser incompatibles con la versión antigua.

Esto ocurrirá tanto en los dispositivos nuevos como en los ya vendidos, los cuales podrán descargar sus aplicaciones, pero no actualizar las últimas versiones. Entre las aplicaciones más utilizadas en dispositivos móviles y que se verán perjudicadas por el veto se encuentran Google Play Store, Gmail, Google Chrome y YouTube.

Huawei solo podrá acceder al software bajo una licencia de código abierto. Se le ha negado el acceso a cualquier transferencia de hardware, software y servicios técnicos. Los fabricantes de procesadores Intel, Qualcomm, Xilinx Inc y Broadcom tampoco facilitarán componentes a Huawei. Intel es su principal proveedor de procesadores, Qualcomm de módems, Xilinx le abastece de chips programables y Broadcom de chips de conmutación.

Cifras económicas y cuota de mercado

  • La cuota de mercado actual de Huawei es del 18%, un récord histórico para la marca.
  • El último año las ventas de dispositivos Huawei se ha disparado en un 50%.
  • El primer trimestre de 2018 se saldó con 39 millones de móviles Huawei vendidos.
  • El primer trimestre de 2019 lo hizo con más de 59 millones de móviles vendidos.
  • En España, Huawei ocupa el segundo puesto (detrás de Samsung) con un 21%.

¿Qué hay detrás del veto a Huawei?

Huawei ha presentado un enorme crecimiento en los últimos 10 años, hasta codearse con Apple y Samsung presentando un nivel tecnológico que no tiene nada que envidiarles. Series como Huawei P o Huawei Mate se presentan en la alta gama de smartphones. Para su público más joven, su segunda marca Honor y las versiones Lite se encuentran en los primeros puestos de compra. El nuevo Honor 10 Pro cuenta con cubierta exterior confeccionada en vidrio holográfico dinámico. También una cámara cuádruple con inteligencia artificial y 48 megapíxeles. Un gran angular de 16 megapíxeles y ángulo de visión de 117 grados, son algunas de sus señas de identidad.

Huawei se funda en 1987 con el objetivo de vender centralitas telefónicas en Shenzhen, próximo a Hong Kong (entonces en manos inglesas) que estaba floreciendo. La ayuda del gobierno chino convirtió esa inversión inicial en una compañía multimillonaria. Se extendió en el campo de la tecnología fabricando desde móviles, tablets, hasta computación en la nube y la última 5G.

La polémica actual se ha desatado por la decisión de Donald Trump que, de cara al creciente liderazgo de Huawei en el despliegue de la tecnología 5G, ha optado por vetarle. Pero este hecho viene precedido por una serie de rencillas anteriores que han culminado con la firma del actual presidente de Estados Unidos.

Nos podemos remontar a la polémica de 2003, cuando Cisco acusó a Huawei de infringir sus patentes y copiar el código fuente en sus routers y equipos. Mientras Huawei salía de esta polémica, se le acusó de saltarse el embargo de venta de tecnología militar de la ONU al régimen de Sadam Hussein. Otro episodio polémico en el que se vio envuelta de marca china fue el de espionaje a Fujitsu, uno de sus competidores. Durante el mandato de Obama, el Congreso Norteamericano concluyó que Huawei era una amenaza para la seguridad nacional. Meses más tarde, rectificaron. Afirmaron que no había evidencias de que Huawei estuviera llevando a cabo labores de espionaje en territorio norteamericano.

Qué significa la entrada de Huawei a la “lista negra”

La administración de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, presentó el jueves la incorporación de Huawei Technologies Co Ltd a una lista negra de comercio, fruto de una guerra comercial entre China y EEUU. Además, el control de las redes 5G conforma una batalla donde destaca la actividad de Washington para impedir que Huawei y otras compañías chinas la controlen. Todos conocen la importancia y el poder que otorga la información. La red 5G permite mayor velocidad, ancho de banda y menor latencia. Huawei se encuentra a la cabeza de esta tecnología y EEUU teme que la usen con fines de espionaje, algo que la compañía china ha negado.

La orden firmada por Trump dictamina la prohibición del uso de la tecnología de “adversarios extranjeros”. Incluye a Huawei y sus filiales dentro de la “regulación especial de exportaciones”, lo que conocemos como una lista negra. En ella, sus componentes no pueden hacer negocios con empresas estadounidenses sin permiso del Gobierno. A raíz de este veto, grandes empresas tecnológicas han cesado su colaboración con Huawei, siendo la ruptura de Google la de mayor repercusión a nivel mundial.

Al romper Google con Huawei, crecen las dudas entre sus consumidores y la incertidumbre provoca una bajada en las ventas de futuros dispositivos de la marca china. Pese a ello, portavoces de la tecnológica china afirman que ningún usuario tendrá problemas con las actualizaciones ni con la seguridad de sus dispositivos actuales o futuros de esta marca.

Más consecuencias financieras y comerciales

Por otro lado, el gobierno de Pekín ha amenazado con vetar a EEUU de utilizar sus materias primas en minerales y tierras raras, usadas por la industria tecnológica de Washington para fabricar móviles y ordenadores. Cabe destacar que tienen dependencia total de estas tierras para ello.

Otra posible consecuencia es el futuro de Apple en territorio chino, ya que los internautas chinos han llamado a un boicot para poner trabas y subir impuestos a sus terminales o prohibir algunos de sus productos.

España, por su parte, tiene a Huawei como principal proveedor de la tecnología 5G. Una de las grandes, Telefónica, cuenta con Huawei como principal aliado, y este veto puede causar resentimiento en la compañía. Por ahora, la respuesta adoptada por la teleco española ha sido la de una posición cauta, y afirman estar estudiando el impacto de la decisión norteamericana.