A estas alturas poca presentación le hace falta al COVID-19, más conocido como el Coronavirus. Protagonista absoluto de todos los medios de comunicación y apoderándose de forma similar de todas las conversaciones. En la calle, las oficinas o las universidades, hablamos de un tema tan controvertido como lo son sus consecuencias.
El caso es que, sin necesidad de entrar en valor alguno de cuán proporcionada o no haya sido la respuesta social, queremos analizar un campo en el que su influencia ha sido enorme. Hablamos de la repercusión económica de esta alarma social que ha traspasado fronteras de todo el mundo generando movimientos de consecuencias económicas incalculables.
El coronavirus y el veto a China
China es la potencia de moda. Su capacidad de producción fuera de serie contrasta con la precaria situación en la que un considerable sector de su población vive. La principal amenaza actual a la supremacía estadounidense en los mercados ha cargado sobre sus hombros un alto porcentaje de los movimientos financieros globales. Esto supone a su vez un peligro. Un paso mal dado puede ocasionar un efecto dominó capaz de sacudir hasta a la ciudad más lejana.
La aparición de un virus de estas características en un país con el volumen de exportaciones de China es causa de preocupación y sus reacciones más allá de sus fronteras no se han hecho esperar.
Aliexpress y las exportaciones de China afectadas por el Coronavirus
Plataformas de la envergadura de Aliexpress han sido punto de atención de millones de personas y organizaciones a lo largo del mundo. La ausencia de una vacuna efectiva y la capacidad del coronavirus de transmitirse y perdurar en los objetos ha generado una oleada de rechazo hacia todo lo que provenga del país oriental.
Esta postura de miedo y desconfianza ha sido causa de pérdidas tasadas en cientos de millones de dólares en transacciones económicas. Pedidos cancelados, acuerdos económicos congelados y una cuarentena preventiva de todo lo que proceda de China.
Las importaciones del país que mueve la economía mundial se han visto seriamente paralizadas. Podemos imaginar el efecto que este bloqueo genera sobre la economía a escala internacional. Desde falta de materiales en empresas, retrasos de entregas o desabastecimiento de negocios e industria, todo deviene en un bloqueo del crecimiento, y lo que es peor y más destructivo, un crecimiento desorbitado del riesgo de impagos.
No quedan mascarillas: un efecto colateral
Con el crecimiento de la alarma social, la venta de mascarillas se ha disparado hasta agotar existencias. El stock se ha agotado generando una ola de pánico y la aparición de la especulación hacia este accesorio de higiene básica. Los datos hablan de un aumento del 1.300% del precio de los artículos de higiene como mascarillas y geles desinfectantes, asunto que ha llegado a salpicar incluso al gigante Amazon.
La plataforma de venta internacional ha sido acusada de permitir la especulación y la escalada fuera de control de estos productos. Una carambola comercial que sin duda ha beneficiado a ciertos fabricantes ajenos al origen del virus y a los amantes de la picaresca.
Efectos colaterales del Coronavirus
Si bien partimos de la base de que China es el foco y principal afectado por el brote del virus contagioso, no es el único país en sufrir los efectos económicos de la alarma social. Allá donde el Coronavirus ha hecho acto de presencia o se estima un riesgo alto de aparición, se han visto obligados a llevar a cabo maniobras preventivas.
La aparición del Coronavirus en Milán
Sin ir más lejos, Milán ha sufrido la alarma al ser uno de las primeras ciudades europeas en registrar casos del Coronavirus. Pueblos fantasma, toque de queda y economía completamente congelada son algunos de los efectos del mismo. El pánico a un posible contagio masivo y el flujo libre de viajeros característico de Europa ha ocasionado un mayor temor a la extensión del virus.
Las medidas tomadas abarcan el cierre de colegios, festividades y eventos llegando incluso a clausurar preventivamente antes de tiempo el Carnaval de Venecia: Un evento de importancia mundial que supone un ingreso de valor incalculable para la ciudad italiana.
Consecuencias económicas del traspaso de fronteras
Como hemos comentado, el efecto de esta crisis traspasa fronteras y su influencia ha causado y causará daños económicos de un calado y extensión imprevisibles.
El temor a la expansión de un virus aún sin vacuna ha generado una psicosis que parece amenazar a eventos de valor cultural propios y multitudinarios como son Las Fallas de Valencia, la cancelación masiva de vuelos internacionales a lo largo del mundo o casos más rocambolescos. El ejemplo más vistoso es el bloqueo desde Estados Unidos a las importaciones de la popular cerveza mexicana Corona por una razón tan sencilla como la similitud entre su nombre y el del virus.
Desde el punto de vista comercial, esto supone un aumento desorbitado de los impagos y riesgos comerciales que actualmente son capaces de afectar a cualquier empresa sin importar su volumen de negocio o influencia. Un evento que llama poderosamente la atención haciendo aún más importante el disponer de los seguros de crédito y caución para cada negocio.